19 de abril de 2024

El IFT, el gran ausente en los cambios accionarios de Radiópolis

08/11/21

Desde que Grupo Coral, de Miguel Alemán Magnani, concretó en junio de 2020 la compra del 50% de la participación de Grupo Televisa en Radiópolis, su control accionario ha pasado por varios dueños: un fideicomiso creado ante el banco Afirme, el empresario Carlos Cabal Peniche y ahora la empresa Crédito Real, quien se ostenta como dueña legal.

Sin embargo, el gran ausente en toda esta historia ha sido el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), quien autorizó la transacción en 2019 y a quien Grupo Coral tuvo que notificar cada uno de sus movimientos accionarios. Los artículos 112 de la Ley de Radiodifusión y el 86 de la Ley Federal de Competencia Económica señalan que un concesionario debe presentar al Instituto cualquier cambio en su estructura accionaria y cuando una transacción acumule un porcentaje importante de más del 35% de la participación, respectivamente.

De acuerdo con una fuente con conocimiento del proceso que solicitó no ser identificada, el órgano regulador de las telecomunicaciones fue informado por parte de su unidad de cumplimiento y la autoridad investigadora de que Grupo Coral había traspasado sus acciones de Radiópolis sin notificar previamente al Instituto. Pero el IFT no dio continuidad a la investigación. La empresa de Miguel Alemán Magnani nunca informó de manera formal su traspaso de acciones.

Grupo Prisa corroboró el movimiento, al asegurar que desde el 2 de julio, cuando Grupo Coral obtuvo las acciones de Televisa con ayuda de Teresa Pasini (la esposa de Cabal Peniche) a través de la empresa Nuncio Accipiens, Samantha del Valle y Rosa María Rubio, Alemán Magnani había transmitido sus acciones a favor de un fideicomiso. Y por ello le solicitó información sobre esta entidad.

Tiempo después de que las acciones fueran traspasadas al fideicomiso, creado en banco Afirme, pasaron a manos del empresario Cabal Peniche, que solicitó un préstamo de 695 millones de pesos a Crédito Real para comprar la participación de Radiópolis.

El 18 de octubre, se informó que el empresario cedió sus acciones a la empresa de financiamiento, a cambio de que Pasini y él no fueran a prisión por el fraude en la contratación del préstamo.

Las fuentes consultadas señalan que, ante tantos cambios de dueños de la participación del 50% de Radiopolis y sin ser notificados estos movimientos, el Instituto a cargo de Adolfo Cuevas ya debería tomar parte frontal en el tema, pues actualmente no se sabe quién es el dueño ‘real’ de las acciones, pese a que Crédito Real asegura que es el propietario.

“Con todo lo que pasó del cambio de control accionario, el Instituto no quiso ver o hacer algo. Aquí en realidad sí daba para revocar las concesiones. Cuando no se tiene este tipo de información [de quién es el dueño] y están sujetas a la autorización y no lo cumplen, se puede llegar a este extremo”, señala la fuente.

Michel Hernández Tafoya, director general de Observatel, advierte igual que las empresas que son concesionarias tienen la obligación de notificar sus cambios accionarios al Instituto, pues están supeditadas a su regulación.

El fantasma de la multa podría estar ahí, afirma un abogado especializado en radiodifusión que pidió no ser citado. “Sí podrían hacerse acreedores a una sanción, pero creo que la nulidad de las acciones sería sólo cuando se tratara de una concentración que no estuviera autorizada por el IFT. Pero como la familia Alemán, Cabal Peniche y Crédito Real no son operadores de radiodifusión, no creo que caerían en concentración ilícita”, afirma.

Expansión solicitó al IFT información sobre si Cabal Peniche le notificó la entrega de su participación de Radiópolis a Crédito Real, pero el regulador no emitió respuesta. Tampoco Crédito Real o Prisa han respondido a una solicitud de entrevista.

Pese a los cambios accionarios de Radiópolis, la difusora, que opera estaciones como Los 40, K-Buena y W Radio, no ha sufrido cambios en su programación en su planta laboral.