Preponderancia telecom: una promesa, dos revisiones y una extinción mdp

Hace 10 años, el naciente órgano regulador de las telecomunicaciones en México, el IFT, dio un manotazo y puso sobre la mesa una promesa: “piso parejo” en materia de competencia y se autoimpuso la tarea de revisar el panorama cada dos años. Hoy, en el umbral de una posible extinción, las preguntas flotan en el aire: ¿nos quedaremos sin tercera revisión? ¿Se acabará el régimen de preponderancia? ¿México se puede dar ese lujo? 

En 2014, el término Preponderancia se popularizó en el sector telecomunicaciones. Por fin, se le pondría nombre a las prácticas que por años estancaron al país. La declaratoria de un Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEP-T) colocaba en el centro a Telmex-Telnor / Telcel, es decir, América Móvil. 

En palabras del propio Instituto Federal de Telecomunicaciones, un agente preponderante es la empresa o grupo de empresas que cuentan directa o indirectamente, con una participación nacional mayor al 50 por ciento en los servicios de radiodifusión o telecomunicaciones, porcentaje que puede medirse por número de usuarios, suscriptores, audiencia, por el tráfico en sus redes o por la capacidad utilizada de las mismas.

La promesa del regulador mexicano fue clara desde el principio, una reducción sustancial y efectiva de esa participación de mercado que representaba beneficios directos para el eslabón más importante del sector: las personas usuarias de servicios como el internet y la telefonía móvil. A mayor competencia, más alternativas en términos de oferta, precios y calidad. 

La primera revisión bienal, realizada por el IFT no fue tersa pero sí llana y se materializó en 2017. De hecho, el IFT se tomó prácticamente todo el 2016 para realizar una consulta pública sobre la efectividad en términos de competencia de los medidas impuestas al AEP-T desde 2014; obtener la opinión de su Unidad de Competencia Económica, realizar la evaluación que fue notificada a empresas como Telmex, Telnor y Telcel, el correspondiente desahogo de pruebas, alegatos, y finalmente, la emisión de la resolución final. 

En el caso de la segunda evaluación, el Pleno del instituto cumplió con su tarea autoimpuesta en diciembre de 2020. Las medidas contempladas en esa resolución versan, entre otras, en facilitar el desbloqueo de equipos terminales, evitar cargos no deseados a los usuarios, prohibir diferenciación de tarifas on-net y off-net y mejorar la eficacia de las ofertas de referencia y del Sistema Electrónico de Gestión.

“Las nuevas medidas que ahora deberá cumplir el preponderante son resultado de un exhaustivo análisis integral que consideró el impacto en la competencia de las medidas aplicadas a la fecha y los resultados de la implementación de las obligaciones a las que está sujeto el AEP-T”, dijo en su momento el regulador. 

En este punto, vale recordar algunos datos que aporta la consultora The CIU: Al tercer trimestre de 2021, América Móvil (AMX) reconcentró sus ingresos al acaparar 71.2 por ciento del mercado, sólo 1.8 puntos porcentuales menos del 73 por ciento que tenía en el primer trimestre de 2014, cuando fue declarado AEP-T.

En contraste, el conjunto de sus competidores AT&T, Movistar y los Operadores Móviles Virtuales apenas sumaban en 2022, alrededor de 28.8 por ciento del total. Año en el que por cierto, en estricto apego a los propios términos del IFT, se tendría que haber tenido la tercera revisión, BIENAL. 

Hoy, el tic tac del reloj suena en un sector que vive la ofensiva de un Poder Ejecutivo que no ve con buenos ojos la existencia de organismos autónomos como el IFT y que busca materializar la amenaza de extinción en 3, 2, 1. 

En pocas palabras, el Legislativo no tiene grandes planes para el regulador creado a partir de la reforma constitucional de 2013, y más bien apuesta por la inanición al dejarle a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) la tarea de elaborar y conducir las políticas de telecomunicaciones y radiodifusión. 

En febrero de este año, publicamos en este medio de comunicación una nota titulada “Concluirá IFT revisión bienal de preponderancia en 2T 2024”. La fuente es el Programa Anual de Trabajo (PAT) 2024 del propio regulador. 

En dicho documento, el órgano regulador estimaba que el proyecto a cargo de la Unidad de Política Regulatoria y en el que participan también la Unidad de Cumplimiento y la Unidad de Competencia Económica, estaría concluido en el periodo abril-junio de este año. 

En 2024 se concluirá la elaboración del oficio de inicio del procedimiento administrativo para notificar al AEPT y recibir las manifestaciones correspondientes. Asimismo, concluirá la sustanciación del procedimiento y se elaborará el proyecto de resolución final que será presentado a consideración del Pleno del Instituto”, señala el PAT. 

En enero de 2023, el instituto realizó una consulta pública de integración, que duró tres meses, sobre el impacto de la regulación asimétrica impuesta al AEP-T. Es decir, en breve se cumplirán dos años de ese ejercicio. 

En las dos evaluaciones bienales anteriores, el IFT ha subrayado que cada una de las etapas se conduce con base en los plazos y términos previstos en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, por lo que su duración puede variar en función del número de actuaciones a realizar; por ejemplo, otorgamiento de prórrogas, plazos para designación de peritos y presentación de peritajes, entre otras.

Sin embargo, las condiciones actuales exigen celeridad. Insisto, la “guillotina” se desliza lentamente sobre el IFT que si bien cuenta con un valioso legado regulatorio en beneficio de las personas usuarias y del propio sector de las telecomunicaciones, no puede darse el lujo de dejar al 2 para la hora una evaluación tan relevante.

Dato Mata Relato. 

La consultora The CIU coloca el dedo en la llaga: El acumulado de ingresos sectoriales correspondientes a 2023 y equivalentes a 577.3 mil millones de pesos, América Móvil (Telmex-Telnor/Telcel) alcanzó una proporción de 55 de cada 100 pesos generados por la provisión de servicios de telecomunicaciones y venta de equipos.

“Esta razón fue de 54.7 por ciento durante el cuarto trimestre del año, aproximadamente 10 puntos porcentuales (pp) menor que cuando se emitió la Declaratoria de Preponderancia, en marzo de 2014”.

Los analistas de The CIU advierten que persiste un marcado desbalance en los mercados en los que participa el AEP-T, al acumular ingresos equivalentes a 83 por ciento del segmento fijo (telefonía y banda ancha), mientras que en el móvil esta proporción es de 70 por ciento. Ello, muy por encima de cualquiera de sus competidores y con escaso rebalanceo a favor de estos.

En el caso del mercado móvil, principal segmento que contribuye con 6 de cada 10 pesos que se generan en el sector, el categórico liderazgo en términos de ingresos de América Móvil se hace notar al contar con una participación 3.7 mayor a la del segundo lugar AT&T (18.6 por ciento).

En este escenario tan sombrío, es claro que el tiempo apremia y tarde, ya vamos. 

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