Resuelven sólo 11% de crímenes contra periodistas en México
Abuso de autoridad, amenazas, lesiones y homicidio, entre los delitos más frecuentes.
Abuso de autoridad, amenazas, lesiones y homicidio, entre los delitos más frecuentes.
Resaltamos que, en cuanto a la violencia letal, los asesinatos, una gran número de estos sí están vinculados directamente a la delincuencia organizada”.
Pedro Cárdenas, oficial del programa de protección y defensa de Artículo 19.
Aunque entre el 5 de julio del 2010 y el 30 junio de este 2024, la Fiscalía General de la República (FGR) abrió 1,749 investigaciones por delitos contra periodistas en el país, sólo 191 casos (11%) han sido resueltos en “favor de las víctimas”.
De acuerdo con datos de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos, de los casos que considera resueltos 41 concluyeron con una sentencia condenatoria; en 91 se determinó suspensión condicional del proceso y 59 más fueron concluidos por un acuerdo reparatorio.
Los delitos más frecuentes cometidos contra los comunicadores, de los que ha tenido conocimiento en el periodo referido la fiscalía de la FGR, son amenazas (835 indagatorias); abuso de autoridad (222); lesiones (137); homicidio (111) y robo (105).
En el caso de homicidio, los datos de la fiscalía refieren que, desde julio del 2010 y hasta junio, de los más de 100 homicidios de periodistas, sólo 38 (36.5%), según la FGR, estarían relacionados con la actividad periodística de las víctimas.
Si se toma en cuenta las sentencias por homicidio (ocho) reportadas por la FGR y se coteja con los casos que relaciona con la actividad periodística (38), el 79% de los casos se mantienen en la impunidad.
Crimen en Guanajuato
El último caso de asesinato fue el de Alejandro Alfredo Martínez Nogués, conocido como el Hijo del Llanero Solititito, reportero en temas de seguridad, quien fue baleado pasado domingo, 4 de agosto, el municipio de Celaya, Guanajuato.
Según Artículo 19, el periodista y sus acompañantes de protección municipal —ya que pertenecía al programa de protección de periodistas desde el 2022— regresaban de cubrir un accidente vial cuando fueron interceptados por sujetos en una camioneta quienes le dispararon.
“Al menos uno de sus acompañantes fue herido, y Martínez falleció de sus heridas de bala”, indicó la ONG.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó que México siga sin poder garantizar la seguridad de los periodistas, incluso de aquellos que cuentan con protección policial.
Por su parte, la ONU para los Derechos Humanos en México indicó que “estos ataques contra quienes nos informan lesionan la democracia y el acceso a la información. Es fundamental que las autoridades electas redoblen esfuerzos para poner fin a la violencia contra quienes ejercen el periodismo”.
Mientras que, sobre el caso, la fiscalía de Guanajuato indicó que, derivado de los acontecimientos, se había asignado a un equipo forense y operativo para que esclarecer el crimen.
Mejor protección
Representantes de Artículo 19 y Reporteros Sin Frontera indicaron a El Economista que, ante los homicidios como el de Martínez, es imperativo que las autoridades adopten medidas preventivas y efectivas para proteger a los comunicadores y garantizar la libertad de prensa.
Pedro Cárdenas, oficial del Programa de Protección y Defensa de Artículo 19, subrayó que la violencia contra los periodistas en México tiene dos principales fuentes: el Estado y los grupos del crimen organizado.
“Arriba de 45% de las agresiones están vinculadas, directamente, a las autoridades mexicanas. Asimismo, resaltamos que, en cuanto a la violencia letal, los asesinatos, una gran número de estos sí están vinculados directamente a la delincuencia organizada”, indicó.
Sobre el asesinato de Martínez Nogués en Guanajuato indicó que las agresiones registradas en dicha entidad, desde 2018, suman 147, lo que la coloca como la novena a nivel nacional. Sin embargo, se se toma en cuenta sólo el 2023 ocupó el quinto lugar en el país.
Casos sin resolver
Balbina Flores, representante de Reporteros Sin Fronteras en México, subrayó que la impunidad y la falta de investigaciones sobre las agresiones a periodistas, autores materiales e intelectuales, suman a que no haya condiciones de seguridad para el trabajo periodístico.
“En Guanajuato, digamos, se mueven dos o tres grupos, al mismo tiempo, del narcotráfico, que son los del Cártel de Santa Rosa de Lima, que no se ha desintegrado totalmente, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, entre estos grupos; entonces (estos) siguen manteniendo un control muy fuerte en esa zona”, detalló la especialista.
“Alejandro era un periodista de nota policiaca, él realizaba coberturas de seguridad y esta fuente es una de las más sensibles para cubrir; entonces a veces se dice que es el periodismo de investigación (lo que provoca el asesinato de comunicadores); pero no, los periodistas que matan en los estados ni siquiera tienen el tiempo de hacer grandes investigaciones.
«Lo que pasa es que los matan por las informaciones que cubren el día a día, por lo que ven, por lo que registran, por lo que publican”, lamentó Balbina Flores.