Es vital evitar un retroceso en el diseño institucional y regulatorio del sector.

La visión digital expresada por la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, permite tener una expectativa positiva sobre el futuro del IFT, pues la mandataria podría hacer suya la oportunidad de impulsar un análisis que, a diferencia del dictamen que se encuentra en la Cámara de Diputados, se enfoque en el órgano regulador como pieza clave de los proyectos que su gobierno buscará materializar.

“Se ha hablado mucho de que la nueva presidenta se mimetiza con el presidente actual y que no tiene personalidad propia, francamente no estoy de acuerdo en eso, creo que tiene mucha capacidad y veo la esperanza de que haya un trabajo serio, que se impulsen las inversiones y mejores condiciones a través de un equipo que se está acercando con empresarios para generar confianza”, dijo Fernando Borjón, asesor Senior de Access Partnership.

En opinión del especialista, más allá de hablar de un dictamen que carece de valor, pues fue elaborado por un grupo de legisladores que ya se van y que pareciera que su único interés es “quedar bien con el actual presidente”, lo que se debe hacer es hablar de la oportunidad que tendrán en sus manos las personas que integrarán los nuevos poderes Ejecutivo y Legislativo.

“Hay esperanza y deberíamos estar discutiendo eso. El mes de septiembre será un mes clave. Para mí no tiene mucho valor que en la Cámara de Diputados se dictamine o no, termina una legislatura y si la siguiente quiere heredar un trabajo mal hecho, sería muy preocupante, pero quiero ser optimista en cuanto a que puede venir algo mejor en términos de inversiones, empleo y mejor aprovechamiento de las telecomunicaciones”.

Para el ex comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la visión de próximos funcionarios federales como José Peña Merino, que será titular de la Agencia de Transformación Digital, es un valioso activo para impulsar proyectos basados en el poder de la tecnología y las telecomunicaciones.

“Es importante que el nuevo gobierno mantenga la congruencia en su visión del futuro digital de México y que no se reciban propuestas a modo de herencia de un gobierno que se va”. 

Por su parte, las personas que ocuparán curules en la nueva Legislatura tendrían que analizar con seriedad qué les deja en el tintero la legislatura anterior, los proyectos que se quedaron sin analizar y que más bien se centraron en los planes del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.

“A la siguiente legislatura, que no estará más que un mes compartiendo con el actual presidente, le corresponde tener una visión más allá de un mes. Cualquier proyecto de legislación serio se basa en ver de dónde venimos y a dónde queremos ir, y no de dónde venimos y a dónde vamos a regresar”.

En ese sentido, será muy relevante observar cómo la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se aleja de un modelo que propone regresar a las prácticas del PRI de los 70, cuando las empresas tenían que pedir favores al presidente de la República para que les diera un refrendo de concesión.

“Si el partido en el poder que es Morena está planteando un plan de desarrollo, lo que venga tiene que ser consistente con eso, y por lo mismo, no debe entrar en cuestiones que carecen de análisis, de sustento y en decir solamente que quitando al IFT, a Cofece o al INAI, se va a generar un ahorro. El tema es cómo ese supuesto ahorro se compara con la incertidumbre que se genera a los inversionistas”.

Y es que, desde la perspectiva del especialista, las palabras “certidumbre” y “predecible” son sumamente relevantes para vislumbrar un México realmente digital y con mayores oportunidades para la población.

“La certidumbre consiste en que la entidad o autoridad que sea la encargada de regular, haga lo que dice la ley y no lo que dice el presidente. Lo que venga en el futuro debería tener un buen sustento y elementos que den certeza de a dónde vamos, qué queremos como país y cómo eso será positivo en términos de empleo, bienestar social y mayor ingreso para las familias. En eso estamos de acuerdo todos, pero si las inversiones no llegan, no se crean empleos, y sin estos, las personas tienen que vivir de apoyos gubernamentales”.

En materia de inversiones y desarrollo económico, el término “predecible” es clave para que las empresas puedan dar luz verde a nuevo capital, pues el país garantiza que el ambiente de negocios no está sujeto a arranques intempestivos de ánimo, “es decir, que un día alguien diga hoy hay elecciones en tal estado y quiero que ahí haya internet”.

“En este momento, lo que sigue es terminar con el fantasma del gobierno que se va y tomar en cuenta que los legisladores que hicieron este dictamen ya se van. A lo mejor esos legisladores sólo quieren quedar bien con el presidente que se va y posicionarse con la siguiente administración, y es por eso que sostengo que su trabajo no tiene ningún valor”.

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