Telecom y competencia: el desafío de las leyes secundarias
Nuevo marco legal se aplicará en una realidad digital mucho más demandante
Tras la reforma constitucional que implica la desaparición del IFT y la Cofece, el gran reto que enfrenta México es el diseño de leyes secundarias vanguardistas capaces de advertir los retos técnicos, económicos y sociales del mundo digital, así como la conformación de un órgano descentralizado en materia de competencia económica que sea realmente independiente.
Desde la perspectiva de Jorge Fernando Negrete, director general de DPL Group, las leyes secundarias en materia de competencia económica y de telecomunicaciones y radiodifusión, que deberá expedir el Congreso de la Unión, deberán tener una visión de futuro muy clara, y para ello, la conversación con la industria y la academia, es crucial.
Y es que de acuerdo con el dictamen aprobado por el Pleno de la Cámara de Diputados el pasado 21 de noviembre, la reconfiguración del modelo institucional para el sector telecomunicaciones implica no sólo la extinción del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), sino también la creación de dos nuevas leyes que sustituirán a la actual Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y la Ley Federal de Competencia Económica.
“Estamos a la mitad del 5G, hay que ir pensando en 6G. La ley tiene que tener la capacidad para advertir la nueva generación de tecnología digital e incorporar materias que no existían y que ahora están en este nuevo mundo digital”, sostuvo en entrevista con ConsumoTIC.
Este nuevo marco legal se creará en una realidad mucho más desafiante en términos de inversiones, necesidades de cobertura, demanda digital, competencia económica e innovación tecnológica.
“Hacer un proyecto de ley de telecomunicaciones, no es fácil. Incluso el concepto de telecomunicaciones ya no existe. Hoy hablamos de infraestructura digital. De hecho, la regulación de preponderancia se entendía en un contexto de 3G a 4G, cuando eran redes móviles, pero hoy en día la tecnología 5G es end to end, es decir, es fijo, es móvil, es Wi-Fi 6, es computing, y una generación avanzada de procesadores”.
Otro de los grandes cambios que sucederán tras la entrada en vigor de la reforma constitucional, es la conformación de un órgano desconcentrado de la Secretaría de Economía (SE), el cual absorberá las facultades de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y de IFT, en materia de competencia económica, una vez que estos entes se declaren extintos.
Para Jorge Fernando Negrete, un enfoque que debe ser analizado es cómo con la reconfiguración del marco institucional del sector telecomunicaciones, México podrá garantizar dos condiciones que ya tenía resueltas con la existencia de órganos autónomos como el IFT y la Cofece: la neutralidad regulatoria y la neutralidad competitiva.
El punto más relevante es que el nuevo órgano desconcentrado, realmente tenga autonomía técnica, es decir, si va a tener entre sus facultades la regulación en materia de competencia económica, la independencia sea absoluta para evitar darle privilegios a alguna empresa.
“En este instante, Bait, que tiene menos de dos años, ya cuenta con siete millones de usuarios en la infraestructura de Altán. Es decir, es el operador móvil virtual de crecimiento más alto en América Latina. Sí, pero con espectro subsidiado, sí, pero con dinero público. Entonces, claramente está rompiendo el sistema, la estabilidad del sistema de competencia y esto tiene que ser regulado”.
Este es el tipo de retos que va a enfrentar el nuevo órgano regulador en materia de competencia económica, y donde el Ejecutivo tendrá que demostrar que su nuevo diseño institucional opera con eficiencia.
“Si va a ser un órgano de competencia, tiene que ser robusto y pleno en todas sus facultades de derecho de la competencia y no volver a tener esta figura de pre-regulación o de regulación ex-ante que estaba en la Constitución, denominada preponderancia”.
La independencia técnica, que tanto se ha mencionado como una característica del nuevo órgano en materia de competencia económica, debe garantizarse tal como lo ha hecho hasta ahora el IFT, pues este ente es reconocido a nivel internacional como un regulador de Quinta Generación, es decir, que opera con absoluta independencia técnica y que genera regulación en conversación con la industria.
“Creo que el nuevo órgano de competencia económica tiene que tener la máxima autonomía técnica, es decir, a mí no me gustaría ver a un secretario de economía o un secretario de infraestructura y de comunicaciones siendo parte del consejo técnico, del consejo de comisionados. Eso no puede ser. Tiene que ser un pleno técnico y totalmente autónomo”.
En opinión del especialista, la presidenta Claudia Sheinbaum tiene una visión digital que se refleja en su marcado interés por el desarrollo y la innovación tecnológica, y que sin duda buscará materializar con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT),
“Aunque no se mencione así, en realidad esta agencia funcionará como un ministerio, muy al estilo de América Latina. Está bien que desde ahí se coordine la política de telecomunicaciones, que se vaya una parte de lo que hoy ve el IFT, que es la regulación, política, concesiones, etcétera. Otro tema será ver la ruta, es decir, cómo lo va a hacer”.
https://consumotic.mx/telecom/telecom-y-competencia-el-desafio-de-las-leyes-secundarias/